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Mostrando las entradas etiquetadas como Dios

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¿Es Dios un Cangrejo?

Y en aquel tiempo, los cangrejos adoraron a su Dios: el Gran Cangrejo. Y Dios vio que eso era bueno Hace ya mucho que no uso videojuegos. Me acuerdo que hace años había una forma de jugar, si sabías como trampear el juego, que era en “modo Dios”. Eso quería decir que disponías de infinitas vidas o eras invulnerable o todopoderoso. Para un rato era divertido, pero pasado un tiempo, perdía su aliciente. También había, no sé si sigue, un juego llamado “Los Sims” en el que un avatar interactuaba en una sociedad virtual. Según qué comportamiento tenías ocurrían determinados eventos: karma informático. ¿Es Dios un Cangrejo?   Un programador ruso ha lanzado una versión beta de un juego muy interesante, sobre todo por las sorprendentes situaciones que ofrece. El juego empieza de forma en que a partir de un planeta en el que tú defines sus parámetros iniciales, la vida empieza a evolucionar desde el nivel celular. Si lo haces bien y tienes suerte, puedes llegar hasta la vida intel

¿Puede Dios ayudarte?

La pregunta de si Dios puede ayudarte es un dilema que ha intrigado y consolado a la humanidad a lo largo de la historia.  En la diversidad de creencias y religiones que existen en el mundo, la noción de una fuerza superior que puede ofrecer ayuda y orientación es fundamental.  Ver  ¿Existen los ángeles guardianes? ¿Puede Dios ayudarte? Este artículo explorará las diferentes perspectivas sobre la intervención divina, examinando cómo diversas religiones y filosofías abordan esta cuestión, así como las interpretaciones personales que las personas pueden tener en relación con la ayuda de Dios. La fe como fundamento Para aquellos que siguen una tradición religiosa, la fe en Dios a menudo se presenta como un pilar fundamental. La creencia en un ser supremo que es omnisciente, omnipotente y benevolente lleva consigo la esperanza de que Dios puede intervenir en las vidas de las personas para brindar ayuda y alivio en momentos de necesidad. La oración y la devoción son prácticas comunes en

Dios

EL TODO Y LA NADA. El principio y el fin. El alfa y el omega. Lo absoluto. Lo innombrable. Lo inefable. Se dice que hablar de Dios es limitarlo. Sin embargo siglos de teología no han cesado de marear la perdiz y definir hasta el detalle Sus intenciones, Su sentido del bien y del mal, Su implacable justicia que condena a las llamas eternas a los aviesos pecadores, la asombrosa encarnación de Su hijo en la tierra para ¿salvarnos?… ¡Qué hermosas metáforas manoseadas muchas veces por fanáticos irredentos, ignorantes, manipuladores y neuróticos ebrios de poder! Dios Admitámoslo sin ambages: si la propia vida ya es un misterio, su génesis y desenlace quedan muy lejos del alcance de la comprensión humana. La pregunta que más temo, la que me he visto obligado a escuchar cientos de veces, la que siempre me deja perplejo es: «¿cree usted en Dios?». ¿Qué entenderá mi interlocutor por Dios?, me pregunto de inmediato. Aunque se nos ha dicho hasta la saciedad que Dios creó al hombre a su imagen y

El Dios de Anand Dílvar

Quiero dejarlos con un poema de Anand Dílvar, el cual capta la esencia del “Dios de Spinoza” nombrado por Einstein. Si este Dios impersonal se hiciera personal, quizá diría: El Dios de Anand Dílvar Si Dios hablara… “¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho cree

Einstein y el Dios de Spinoza

¿Quién era el Dios de Spinoza y por qué Einstein creía tanto en él? ¿Quién fue Spinoza y a qué Dios se refería? Spinoza, un filósofo holandés del siglo XVII, creía en que todo lo que rodea al hombre era Dios y que se manifestaba a través de la armonía de lo existente. ¿Por qué Einstein estaba tan vinculado a esta ideología religiosa? Ver   El milagro Spinoza: Una filosofía para iluminar nuestra vida Cuestiones que el hombre se ha preguntado desde que el hombre es hombre y que, aún a día de hoy, seguimos preguntándonos. Llevamos toda nuestra vida intentando encontrar las respuestas a todas estas preguntas, ya sea a través de la religión o la ciencia. Einstein y el Dios de Spinoza Por ello, lo que pensara una de las mentes más brillantes del s. XX y de la historia, el físico alemán Albert Einstein, siempre ha suscitado mucho interés entre aquellos que aún siguen buscando respuestas a estas preguntas. Pues bien, Einstein, según declaró en multitud de ocasiones, creía "en e

¿A qué se dedica Dios?

¿A qué se dedica Dios? ¿Dios se dedica a reinar sobre toda su creación desde su reino celestial? Tal vez sea eso a lo que se dedica Dios. Lo preocupante es que los humanos no le importamos gran cosa. Tal vez Dios se dedica a eso, a reinar sobre su creación… pero a otra escala, a una escala divina.  Todo lo que comienza tiene un final y el Universo tampoco escapa a eso. Llegará un momento en el que el Universo o se colapsa o se desintegra. Y con el Universo, el espacio, el tiempo… y Dios. ¿A qué se dedica Dios? Al igual que el fin de la vida es preservarse a sí misma, lo mismo le ocurre a Dios, y a eso se dedica a asegurar su supervivencia. Su tarea es descomunal, solo al alcance de los propios dioses, pero se le puede ayudar. Dios se dedica a preservar el Universo y a crear las condiciones de que cuando éste desaparezca, otro le sustituya con una nueva simiente de un nuevo universo, nueva vida, inteligencia y otro nuevo Dios. En este Universo, tras el colapso del anter

Lo que enseñaba el ermitaño

Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia. Se quejaba muchas veces que tenía demasiado que hacer. La gente preguntó cómo era eso de que en la soledad estuviera con tanto trabajo. Lo que enseñaba el ermitaño Les contestó: “Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león”. No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales? Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron. Porque estos animales los tienen todos los hombres, ustedes también. Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que domarlos para que sólo se lanzan sobre una presa buena, son mis ojos. Las dos águilas con

El supuesto robo de un seiscientos

Un individuo está trabajando toda su vida para comprarse un seiscientos de segunda mano. El día que se lo dan llega a casa diciendo: - Ya lo tenemos María, lo tengo abajo aparcado- salen los dos al balcón y dice - míralo María es el blanco. Y mientras lo están mirando un individuo les está abriendo la puerta. El supuesto robo de un seiscientos - Que nos lo roban María, que nos lo roban Entran para adentro agarran el armario de la habitación entre los dos, lo sacan al balcón y se lo tiran al tío encima. Lo matan. Se celebra el juicio y el hombre es condenado a muerte. Sube al cielo y lo recibe San Pedro: - Dios os guarde, - Dios os guarde, también, usted dirá - Mire Pedro yo estuve trabajando toda mi vida como un  desgraciado para poder comprarme un seiscientos de segunda mano y el día que lo estaba viendo con mi mujer, un sinvergüenza me lo estaba robando, no pude por menos de coger un armario y tirárselo a la cabeza. - ¡Caray! No te preoc

El hombre al que Dios no atendía sus plegarias

En aquel tiempo hubo unas inundaciones y un hombre muy creyente en Dios se quedó en lo alto de un campanario totalmente aislado.  Pasa toda la mañana y por la tarde llega una barca: - ¡Oiga! suba que le llevamos. - No gracias, tengo fe en Dios y estoy seguro que él me salvará. - ¿Está seguro? - Sí, sigan que Dios me salvará. El hombre al que Dios no atendía sus plegarias Pasa toda la noche y al día siguiente pasa a su lado una lancha: - ¡Eh, oiga! Suba que le llevamos. - No, no hace falta. Soy muy devoto y Dios me salvará. Y los de la lancha deciden no insistir. Sigue pasando el tiempo y por la tarde llega un helicóptero de la Guardia Civil, otra vez la misma conversación: - ¡Ehhhhh! ¡El del campanario! ¿Necesita ayuda? - No, gracias. Confío en Dios y él me salvará. La Guardia Civil se va depués de haber intentando razonar con él y esa noche vuelve a subir el nivel de las aguas y el hombre se ahoga. Cuando va al cielo se encuentra con Dios y le dice: -

Los dioses humanos

Sobre la existencia de Dios, tan fácil es demostrar su existencia como su no existencia. Por mi parte, ignoro si Dios existe o no, y en el caso de que así sea, cómo será Dios, el auténtico Dios. Posiblemente, y por definición, Dios está muy lejos de la comprensión humana. En este planeta han existido millones de dioses, tal vez uno por cada individuo. Muchos tuvieron sus milenios de gloria, pero ahora ya están jubilados: Ra, Marduk, Júpiter, Zeus, Mazda, Enki, Ometéotl, Wiracocha, Manitú... Otros aun tienen un share más que aceptable, siendo algunos de ellos milenarios como los de de la tradición judía, cristiana, musulmana o hindú. Con el tiempo, también irán al asilo de dioses ancianos. Es el destino de los dioses creados por los seres humanos, no se salva ni Dios. Mientras tanto, el Dios que no entendemos seguirá por ahí, a lo suyo. Si existe, debe ser tan incomprensible para nosotros como lo es la física cuántica para una bacteria. Los dioses humanos ¿A dónde quiero ir a

La sexualidad de Dios

Hace muchos siglos, los dioses se acostaban con cualquiera fuera hombre o mujer o aunque perteneciera a la familia, hasta con cualquier ser vivo no necesariamente humano.  Eran muy libertinos, tal vez demasiado. Ahora, la sexualidad de Dios es más puritana y el Ser Supremo ya no se acuesta con cualquiera. Ver 43 consejos de las mujeres para los hombres ( para hacer bien el amor) La  sexualidad de Dios De muchos dioses pasamos a un solo Dios y Éste solo tiene un Libro y un solo representante que interpreta sus designios. Me refiero a los tres dioses (el mismo, al fin y al cabo, curiosa Trinidad la de Yahvé, Dios y Alá, por orden de antigüedad) que moran y pelean en Jerusalén.   Al igual que un virus no entendería lo que un ser humano practica como sexo, me imagino que nosotros tampoco entenderemos lo que Dios considera saludable como actividad sexual y qué ve repugnante.  Menos mal que sus autonombrados guardianes de la moral divina en la Tierra nos lo explican al detall

Ángeles o demonios, ¿quién está al mando?

El 6 de junio del 06 muchas personas dijeron que era el día del Anticristo. Por mi parte sólo he notado que la Humanidad sigue perpetrando las mismas salvajadas habituales. ¿Has notado que el Mal sea mucho mayor a partir de ese día? ¿Existe el diablo? ¡Quien sabe! De todas formas, tal y como actuamos los humanos le dejamos muy poco espacio para que este ente pueda hacer el Mal. ¿Qué margen tenía el Diablo en un campo de exterminio nazi, soviético, chino, jemer rojo, serbio y de tantos otros del Siglo XX y anteriores? Muy poco, la verdad es que todo el Mal estaba en manos humanas. Y ejecutado con una asquerosa y perversa perfección. Ángeles o demonios, ¿quién está al mando? Nos contaron que unos ángeles se rebelaron contra Dios (hay que ser gilipollas para rebelarse contra un Ser Omnipotente, nunca se puede ganar) y que evidentemente, perdieron la guerra.  El caudillo rebelde Lucifer y sus seguidores fueron enviados al Infierno. Triunfó el Bien y por si quedaban dudas,

Dios, otra vez

Dios se sube al bus. Lo han subido los ateos y los no ateos, que cada acción tiene su reacción. Y se han dicho y oído muchos comentarios. Para muchos lectores que no son españoles les pondré en antecedentes. Como idea procedente de Europa, se ha insertado un mensaje publicitario en un autobús urbano en el que se lee “probablemente Dios no exista, disfrute de la vida”. A lo que al poco tiempo ha aparecido otro bus con el mensaje contrario. No sé si existe Dios o no, pero si existe – como creo sólo los días pares - , se tiene que estar descojonando de risa, digo yo. Y si no existe, como suelo creer en los días impares, vaya bofetada al ya apaleado sentido común. Si le choca lo de los días pares e impares, es que por mi parte, veo tan demostrable como lo contrario la existencia de Dios. Como en asuntos de fe, que por ser irracional no se puede razonar, pues no trato ese enfoque y me quedo en la lógica indemostrable de un Dios cuya existencia es tan demostrable como indemostrable. También

El sentido de la vida

El sentido de la vida y el  de la muerte, que van pegados y son inseparables. Estas preguntas ya se las hace el ser humano desde que tiene consciencia, así que no voy a ser yo el que descifre el misterio que a tantas personas ha traído de cabeza. Como Sócrates, solo puedo decir que sé que no sé nada. Aunque esta frase tiene su miga. De momento, hagamos un poco de historia. El Sentido de la vida En el Siglo IV a.d.C. hubo una explosión de sabiduría de la que poco más se ha avanzado hasta la fecha. En la India ya hacía siglos que se opinaba que el ciclo vital era una incesante repetición de vidas y reencarnaciones. Las acciones de una vida determinaban la siguiente. A eso le llaman karma. El sentido de la vida es romper con esa eterna rueda (samsara) y alcanzar el nirvana, o integración con la Unidad (o algo así). El budismo no aporta prácticamente nada nuevo a esa idea, salvo el decir que aboliendo el deseo se puede lograr ese estado. En esa época, en Israel, los profetas del